Sé que cuando todos vean como es
mi blog, rosado gay y con un corazón enorme en toda la cabecera se van a
preguntar ¿En qué me metí? Pero escribo este post motivada por la intensidad
que cargan algunas personas con el tema del fútbol, llamándose pasteleros los
unos a los otros tratando de sobreponerse y creyéndose mejores porque ellos “si
apoyan al fútbol nacional”. Empecemos.
¿Qué es “Pastelero”? Ser
pastelero es lo mismo que ser panchero, una persona que un día le va al
Barcelona y al otro le va al Real Madrid. Eso sería en términos generales, pero
cuando es respecto al fútbol adquiere otro significado. Según la real academia
popular es una persona sin originalidad
que se atañe a conceptos, tendencias y gentilicios ajenos a él, por
ejemplo, cuando un venezolano aupa a Argentina en algún partido. Si hablamos en
cristiano, se podría decir más bien que el
pastelero es alguien que prefiere irle a una selección nacional que no es la
suya por el simple hecho de que esta “siempre gana”.
Para entender mejor el tema
estaré usando varios términos, uno es heavy.
Heavy es aquella persona que va a todos los partidos del Deportivo Lara (o el
equipo venezolano de tu preferencia) y que por lo general siempre está en la
barra brava. Este es el tipo de persona que cada vez que twiteas algo como:
“Ánimos para la Juventus, ojalá gane este Scudetto”, te responde cosas como:
Hijo usted si es pastelero, apoye el fútbol nacional!. No puedes hablar al
frente de él sobre el último partido del Barcelona porque si lo haces, después
de llamarte pastelero te insulta porque de nuevo, no apoyas el fútbol nacional.
No tengo mucho en contra de los
heavys, son buena gente y tienen una pasión admirable por sus equipos; pero lo
no soporto es que hablen y juzguen sin saber.
Diferencia Selección-Club
Selección Nacional
Para poder llamarnos pasteleros
los unos a los otros con toda propiedad tenemos que hacer una distinción. ¿Qué diferencia hay entre irle a un club
ajeno a nuestro país e irle a una selección nacional que no sea Venezuela?
No veo problema en irle al Barcelona, Real Madrid o cualquier otro así hayas
nacido en Caucagua. Un club para mi es algo internacional, no es como una SN
(selección nacional) que todos los jugadores son de tu propio país. En el 2010
el Inter ganó la Champions prácticamente sin un solo italiano en su formación.
Mourinho metió a Materazzi ya al último minuto porque a él también le parecía
absurdo que un equipo italiano ganara tal competición sin ningún italiano en el
campo. Cuando te defiendes con este argumento seguro te dirán algo como esto:
“Igual ellos no están jugando por ti”. De hecho sí. Claro, yo no hablé con
Nesta y el me dijo: Andrea, voy a jugar por ti. Obvio que no. Pero un jugador
al que le pagan 10 millones de euros no va a jugar por la ciudad de su club,
sino por cualquier ser aficionado a ese club. Cuando hablamos de SN las cosas
cambian drásticamente. Si todavía hay alguien que le vaya a un equipo que no
sea su país y está leyendo este post déjame decirte algo: Ellos no están jugando por ti, ellos están jugando por su país. Así que tú deberías hincharle al tuyo
porque hay 11 hombres que se están sudando la camiseta por ti y por Venezuela.
Al irle a un equipo que no es
Venezuela estás quedando mal frente a muchos, no solo frente a los propios
venezolanos sino también ante los extranjeros. A los españoles, italianos,
brasileños y argentinos no les parece muy cuerdo que le vayas a sus países y
que el tuyo te importe un pepino. Se burlan, les causa gracia y les da todo el
poder de hacer comentarios tan hirientes como este: “Así serán de malos que ni
los de su propio país los hinchan”.
No culpo a los que hinchan o hincharon
a un país ajeno. Por lo menos los que nacimos en los 90 seguro nos criamos sin
saber que teníamos una Vinotinto. Me acuerdo que a los 7 años, cuando veía el
mundial del 2002 de Corea y Japón, me preguntaba si nosotros teníamos un equipo
de fútbol y me parecía que no. Puedo arriesgarme a decir que el 90% de nosotros
tuvimos primero una camiseta de Brasil (o de algún otro país) antes que una de
Venezuela; lo sé, esto suena triste y demasiado pastelero, así fue mi caso y
seguro que el tuyo también. De este modo fuimos creciendo, animando a otros
países, conociendo a jugadores de todo el mundo menos de Venezuela. A los 11
años lo confesaba a pesar de que me daba pena: “Conozco a toda la plantilla
italiana, pero solo te puedo nombrar 3 jugadores venezolanos, Arango, Vera y
Rey”.
Las cosas han cambiado, no voy a
hablar de toda esa transición pero para cerrar esta parte solo diré: Ya no tenemos excusas para no ser
venezolanos.
Clubes
Hace tiempo un amigo me preguntó
por qué yo le iba al AC Milan. Voy a contar una historia algo cursi, puede que
con esto alguno se haya arrepentido de haber entrado a este blog pero puede que
hayan algunos que se sientan identificados con esto.
En Mayo del 2005 se jugaba la
final de la UEFA
Champions League entre el AC Milan y el Liverpool. Esa tarde
yo estaba jugando Barbies pero me pareció escuchar al Silbón, me asusté, dejé
las muñecas y me fui a donde estaba mi hermano. Él estaba viendo el partido y
se podría decir que ahí vi mi primer partido de fútbol con conciencia. Esa vez
el Milan perdió por penales, con Shevchenko fallando el último penal.
Cuento esta pequeña anécdota para
que todos entendamos por qué la mayoría de nosotros animamos con tanto ahínco a
un club que seguramente es europeo. A la pregunta que les conté que hizo mi
amigo le respondí de la siguiente forma:
-¿Por qué tu le vas al Milan? Es
que no es un equipo así conocido… Es raro.
-¿Por qué tu le vas al Barcelona?
-Porque ahí están mis ídolos. Los
que veía jugar de pequeño.
-Bueno, igual.
No me gusta usar la palabra
ídolo, pero bueno. Seguimos.
¿Cómo me van a criticar el hecho
de que siga los partidos de los jugadores que más admiro? No estoy siendo
pastelera, estoy disfrutando del fútbol. Cosa que tú en tu “apoyo” exclusivo te
estás perdiendo de hacer y la estás pasando mal porque te frustra el hecho de
que haya personas viendo otras ligas y disfrutando del deporte.
Anécdotas como la que conté tengo
muchas. Mi primera camiseta de un club fue del Milan con el 7 de Shevchenko
atrás, a pesar de que fallo ese penal. Después del escándalo de calciopoli me volví
extremadamente feliz cuando el Milan ganó la Champions del 2007. No creo que
sea posible que personas diferentes a Maldini, Shevchenko, Cafú, Inzaghi, Kaká,
Dida, Gattuso, Ronaldo, Seedorf, Ambrosini, Nesta, Pirlo, Zambrotta, Pato, Zlatan
y todos los que pasé por alto (a pesar de que podría seguir), me hagan sentir
más emoción por un club que éstas. Tal vez todo esto suene muy fan-cursi-gay,
pero estoy segura de que ustedes también tienen sus “héroes”. La mayoría le va
al Barcelona o al Real Madrid. Barcelonistas ¿Se acuerdan de Deco, Figo,
Ronaldinho? Madridistas ¿Se acuerdan de Raúl, Roberto Carlos, Zidane? Una vez
que te enamoras de algo es muy difícil dejarlo.
El dolor de los heavys
A los heavys les afecta en
sobremanera que veas un partido de la liga española. ¿Cuál es el dolor? Hasta
los jugadores del Deportivo Lara le van al Real Madrid, al Barcelona o a otro
club que no es venezolano. Los heavys podrán decir cosas como éstas “En otros
lados no se ven cosas como estas”, “En otros países no le van a clubes que no
son de su país” y esto es totalmente falso. Cuando viajé a Argentina y
regresábamos de noche al hotel, andábamos por Recoleta que se podría decir que
es un barrio del River Plate y ese día habían jugado, así que las calles
estaban llenas de gente con camisetas del River y en el ómnibus donde nos
subimos había un grupo de chamos que eran hinchas. Simpáticamente mi papá les
preguntó que cómo había quedado el partido, ellos dijeron que excelente y así
comenzamos a conversar. Nos felicitaron porque el Zamora había empatado con el
Boca y empezamos a hablar sobre el fútbol venezolano, entre varias cosas que
comentamos hablamos del tema de cómo se pone acá la gente con los clásicos. La
verdad es que como que con cierta pena (por ese tabú que nos meten en la cabeza
de que “en otros lados la gente no es así”) les contamos que acá la gente se
acumula en los centros comerciales para ver por los televisores y que se van
vestidos con las camisetas del equipo de su preferencia. Ellos nos dijeron: “Sí, acá la gente también es así, arman
mucho escándalo con lo de los clásicos. Se disfruta mucho verlos. A mi me gusta
mucho comprar camisetas de otros equipos, claro, de los clubes. Que si el Arsenal,
tengo una del Barcelona…”
Tengo a una chica en el Twitter
que tal vez sea la mujer más milanista que existe en esta tierra y no es
italiana, es española. Sí, española. No conozco su historia, pero es obvio que
antes de muchos equipos españoles, prefirió al Milan.
El necesitado primito mocho
Por fin ya estoy acabando este
artículo, por último les diré algo a todos. Nuestro fútbol no es un primito mocho para estar pidiendo apoyo, no
somos ninguna liga de cuarta para pedirle a alguien que vea los partidos. Suficientes equipos, partidos y jugadores buenos tenemos
para que cada quién vaya al estadio porque le gusta el fútbol venezolano. Es imposible forzar a alguien a que le guste algo y
menos si lo insultas y lo llamas pastelero aunque lo sea de verdad. Recuerden
que antes a todos nos llamaban pasteleros por no ir al estadio y ahora que vamos
nos llaman faranduleros. Encausen sus ánimos para que la afición crezca
también, si crean violencia estarán abriendo un abismo. Yo antes iba al
Metropolitano, y con antes me refiero a cuando la barra del Depor estaba
integrada por 10 chamos y los únicos carros que había en el estadio eran los
transportes de los equipos, por la violencia creada en desmedida, me atrevo a
decir que es causada por querer imitar a barras de otros países, ya no me dejan
ir al estadio y solo es a veces que puedo ver el partido por televisión porque
todos sabemos que la señal no es muy buena que digamos.
Relájense y disfruten de lo que es el deporte más
hermoso del mundo como dice Tapia. Vean a otros países jugar pero sobre todo
vean al suyo. Disfruten de los partidos de cualquier liga y de diferentes
competiciones. El fútbol es igual en todas partes.