Si soy sincera, no pensé que este libro me fuera a gustar, o al menos no demasiado. En ese momento no tenía idea de lo equivocada que estaba. 

En primer lugar, me interesó bastante el hecho de que no es un simple libro sobre las aventuras de un hombre con mala (o tal vez muy buena) estrella, sino que en esas historias Jonathan Swift refleja la situación política y social de la Inglaterra y Europa de aquel entonces, con unas críticas bastante ácidas y reflexivas entre líneas. Gulliver viaja por diferentes países, uno con gente muy pequeña, otro con gente demasiado grande. El factor sorpresa del libro está al final cuando Gulliver se encuentra en un país de caballos, cualquiera pensaría que es una locura (cosa que en realidad es) pero sin embargo, fue el país que más me impactó y que más me hizo pensar. 

"...Yo le había informado que algunos de nuestra tripulación habían abandonado su país a causa de haber sido arruinados por la ley; ya le había explicado el significado de esta palabra, pero el no podía entender cómo podía suceder que la ley, cuyo fin es la conservación del hombre, pueda ser la ruina de este".

Dos palabras dije cuando terminé de leer la última página de "Los Viajes de Gulliver":

"Qué-brutal".

P.D. Gracias a los morochos por haberme prestado el libro :)